Es un tratado internacional por el cual los gobiernos de Ibero América se comprometen en la formulación de políticas públicas en material de juventud, las cuales deben desarrollar de forma progresiva proyectos, planes y programas que garanticen el desarrollo integral de las y los jóvenes.
La Convención fue firmada en Badajoz – España, el 11 de octubre de 2005, por representantes de 18 países, pero el texto deberá ser ratificado por las entidades legislativas de cada uno de los firmantes, a ello se llama proceso de ratificación.
Un elemento importante para la comunidad LGTB es que la Convención reconoce el derecho a no ser discriminados por nuestra orientación sexual, el derecho al respeto a la identidad y a la elección libre de la pareja.
Un elemento importante para la comunidad LGTB es que la Convención reconoce el derecho a no ser discriminados por nuestra orientación sexual, el derecho al respeto a la identidad y a la elección libre de la pareja.
¿Qué pasó en el Perú?
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de la República, el 16 de octubre, plantearon reservas a diferentes artículos, entre ellos los referentes a la orientación sexual (Art. 5) y a la libre elección de la identidad en razones de la orientación sexual y el género (Art. 14). Posteriormente, Judith Puente, funcionaria responsable de las políticas nacionales de juventud, expresó su acuerdo con las reservas, argumentando que de esa manera se prevenía la legalización de los matrimonios de personas del mismo sexo.
En medio de un confuso debate en el que se mezcló la protección contra la discriminación con el derecho al matrimonio, el 29 de noviembre el pleno del Congreso acordó devolver a la Comisión de Relaciones Exteriores el dictamen, el cual será visto en el primer período legislativo del 2008.
Pronto el poder legislativo del Perú retomará el debate, ello sin duda generará diversos comentarios de la prensa sensacionalista y la tradicional oposición de las bancadas parlamentarias de los partidos de derecha y los congresistas vinculados a los grupos católicos y evangélicos. Sin embargo la pregunta de fondo es: ¿Resulta tolerable que pequeños grupos conservadores frenen la posibilidad que se asuman políticas contra la discriminación?; creemos que la respuesta es NO, pero en nuestro país cualquier cosa puede suceder (Enviado por: José Montalvo desde Lima- Perú).