martes, 31 de mayo de 2016

31 DE MAYO: RECORDANDO LOS CRÍMENES DE ODIO

El Informe de la Comisión de la Verdad, nos revela como en 1986, cuando Sendero Luminoso ingresa con mayor fuerza a la zona de Aucayacu (Provincia de Leoncio Prado - Huanuco) asesinó a diez personas homosexuales, en este sentido Sendero no solamente aspiraba a tener el control militar de la zona, sino también el control sobre las conductas y los cuerpos de las personas. La lógica de control y ejercicio del poder debía ser total y es por ello que se decide castigar a aquellos que tienen una conducta sexual considerada anormal. En los discursos sobre estos crímenes no solamente se resalta el castigo a lo considerado aberrante, sino también el temor hacia el contagio, es por ello que uno de los argumentos centrales para justificar estos crímenes fue que los homosexuales eran corruptores de menores.


Dos años después el 12 de septiembre de 1988, un grupo de periodistas de Pucallpa (Ucayali) fueron convocados para presenciar la ejecución de ocho personas a las cuales Sendero Luminoso acusaba de ser homosexuales, drogadictos y prostitutas. Con estos asesinatos Sendero Luminoso buscaba ganarse el apoyo de la población, introduciendo una suerte de profilaxis social. Los testimonios de la época coinciden que la población apoyaba este tipo de acciones e incluso los familiares de las víctimas nunca reclamaron sus cuerpos, los cuales fueron finalmente enterrados en una fosa común, nadie reclamó por las víctimas, el estigma y la vergüenza social funcionaron como mecanismos que reforzaron el silencio frente a estos crímenes.


En 1989 la influencia del grupo subversivo MRTA era creciente en la ciudad de Tarapoto (San Martín). En Febrero de ese año se asesina a una persona, la justificación del crimen fue que este era un "conocido homosexual". Luego de este crimen el MRTA conminó a la población homosexual a que abandonaran la ciudad de Tarapoto; con el tiempo las amenazas se incrementaron y el MRTA vuelve a actuar; es de este modo que el 31 de mayo de 1989 un comando del MRTA ingresó al bar las Gardenias, ubicado en un asentamiento humano de Tarapoto, de ese bar fueron sacadas con violencia ocho personas que posteriormente fueron asesinadas por el grupo subversivo. Paradójicamente, este crimen fue conocido a nivel nacional ya que propios perpetradores se vanagloriaron del mismo en su vocero oficioso. Los argumentos para justificar los asesinatos fueron los mismos que utilizó Sendero Luminoso e incluso el MRTA en esta ocasión prometió que limpiaría a la ciudad de "homosexuales, rateros y prostitutas". Al igual que en las anteriores ocasiones un sector de la población justificó los asesinatos. La dicotomía entre lo que se considera "limpio" y "sucio", generaron que resultaran aceptables visiones fundamentalistas y supuestamente purificadoras.

Estos hechos no fueron los únicos, sin embargo su relevancia está en que se convierten en unos de los pocos crímenes de homofobia registrados en un documento oficial, como es el Informe de la Comisión de la Verdad. Como hemos apuntado anteriormente hay muchos casos similares poco investigados, que es necesario recuperar para la memoria colectiva, ya que debemos tener en cuenta que en muchos casos en medio de la irracional violencia afloraron los impulsos más primarios de las personas, entre ellos el odio hacia la personas homosexuales, los discursos de la guerra en este sentido buscaron disciplinar las conductas de las personas e incluso los propios cuerpos. Recordar los horrores de los años de la violencia política entonces tiene una finalidad reconciliadora porque permite que nuestra sociedad sea consciente de sus propios odios e irracionalidades, los cuales nos hablan de la urgencia de políticas públicas que busquen erradicar todo tipo de discriminación, exclusión o estigmatización. Solamente afrontando a nuestros fantasmas podremos mirar al futuro con la esperanza de construir una sociedad radicalmente democrática.

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