jueves, 20 de marzo de 2008

La nueva Iraq y la era del terror contra la población homosexual.

Un aspecto poco conocido es la represión sistemática contra la población homosexual por parte del gobierno de la Iraq ocupada. La prensa norteamericana que se ufana de ser transparente y democrática guarda silencio sobre la situación de terror contra la población homosexual en la Iraq ocupada, la barbarie y la violencia extrema son elementos que usan los invasores y sus aliados locales para mantener su control sobre la castigada población iraquí. Hace más de dos años la organización de exiliados “Iraq LGBT” viene denunciando las ejecuciones que realiza la policía del gobierno pro norteamericano contra gays y lesbianas de Iraq, entre las víctimas se incluye tanto a activistas de los derechos gay como a personas particulares. A la fecha hay un número indeterminado de hombres gays y mujeres lesbianas asesinadas, pero los grupos de exiliados cuentan decenas de casos en los últimos meses. “Iraq LGTB” contaba con aproximadamente 40 activistas al interior del país, pero en la actualidad más de la mitad se encuentra en calidad de “desaparecidos”.

Otro de los perpetradores son los milicianos de “Mahdi” , bajo las órdenes del clérigo Muqtada Al-Sadr, el cual controla el Ministerio de Salud Pública. Otro grupo paramilitar es el “Badr” dependiente del Consejo de la Revolución Islámica, que controla el Ministerio del Interior, además de la mayoría en el parlamento títere iraquí. Las victimas de estas milicias son hombres gays y niños prostituidos, los cuales son ejecutados acusados de inmoralidad, entre sus víctimas se encuentran hasta niños de 11 años. Las leyes en la nueva Iraq avalan los asesinatos de las personas que no observan los mandatos de la ley islámica. La ocupación norteamericana, entre otras cosas ha destruido el “estado laico” y ha financiado milicias de fanáticos religiosos que se encuentran en constante lucha fraticida por el control de lo poco que queda del país. La situación de la población LGTB en Iraq, es sólo una muestra del estado de terror instaurado por la administración de George Bush y el ejercito de ocupación norteamericano.