La madrugada del 25 de noviembre fue asesinado al interior de un hostal, Pedro Julio Guillén Zamata, un hombre gay que laboraba para la sanidad de la Policía Nacional, su asesino confeso fue su acompañante ocasional, el soldado Sergio Andrade Jiménez. Luego de ocurrido el deceso, el personal del hospedaje se percató de lo ocurrido y llamaron a la Policía quien detuvo al asesino, mismo que posteriormente confesó que luego de haber libado licor había asfixiado a su víctima, por lo que la Policía sospecha que el crimen fue premeditado.
Los hechos ocurrieron al interior del hostal la Bella Durmiente, ubicado en el Pasaje García Calderón en pleno centro de Lima, este lugar es conocido porque allí se ubican diferentes hospedajes gays, entre ellos el local conocido como Paraíso. Vecinos de lugar informaron a la prensa que este no es el primer hecho de sangre que ocurre, ya que la zona es sumamente insegura, en especial para los hombres gay que transitan frecuentemente por ella. Según reportes de nuestro Boletín, los asesinatos de hombres gay en Lima se han vuelto más frecuentes en los últimos meses.
La madrugada del 25 de noviembre fue asesinado al interior de un hostal, Pedro Julio Guillén Zamata, un hombre gay que laboraba para la sanidad de la Policía Nacional, su asesino confeso fue su acompañante ocasional, el soldado Sergio Andrade Jiménez. Luego de ocurrido el deceso, el personal del hospedaje se percató de lo ocurrido y llamaron a la Policía quien detuvo al asesino, mismo que posteriormente confesó que luego de haber libado licor había asfixiado a su víctima, por lo que la Policía sospecha que el crimen fue premeditado.
Los hechos ocurrieron al interior del hostal la Bella Durmiente, ubicado en el Pasaje García Calderón en pleno centro de Lima, este lugar es conocido porque allí se ubican diferentes hospedajes gays, entre ellos el local conocido como Paraíso. Vecinos de lugar informaron a la prensa que este no es el primer hecho de sangre que ocurre, ya que la zona es sumamente insegura, en especial para los hombres gay que transitan frecuentemente por ella. Según reportes de nuestro Boletín, los asesinatos de hombres gay en Lima se han vuelto más frecuentes en los últimos meses.
No solo es insegura la zona para hombres gay que acudan a estos locales. Los mismos locales tratan de mala manera a sus propios parroquianos, comenzando por el ya conocido Paraiso. Por contar con ofertas de cuartos a muy bajo precio, el servicio es de pesima calidad. La atencion en la entrada esta dada por un individuo sin educacion ni respeto que trata desganada y bruscamente a los clientes. Claramente, con un inentendible aire de superioridad. (Quiza el recepcionista no es gay y desprecia a su clientela? Quien sabe) y no solo es esta violencia velada sino que si el cliente se atreve por algun motivo a levantar la voz en protesta, el empleado se exalta y responde de una forma tan violenta que deja pequeña la imagen de un cobrador de combi peleandose con un pasajero. En suma, imaginan que el bajo precio justifica el total maltrato de los clientes.
ResponderEliminar