lunes, 25 de febrero de 2008

Sobre la sexualidad de los hombres gays:


LA LEY DEL DESEO
Por: Carlos Omar Araya
araya15@hotmail.com

Suelo por lo general encontrar en foros o comentarios sueltos por la Internet temas referidos a que el amor entre dos hombres gays debería ser un amor monogámico, puesto que tener varias parejas sexuales es sinónimo a ser “infiel” y “promiscuo” y que esos no son comportamientos que un gay decente -y de su casa- debería tener. Es más, este tipo de conductas son calificadas por muchos heterosexuales y muchos gays como “no adecuado” y “no correctos de alcanzar”. Asimismo, que “son malos ejemplos” y que por culpa de esto malos e indignos miembros de la comunidad, los heterosexuales no nos aceptan y nos discriminan.

OK. Vamos por partes. Para empezar creo que hay una confusión en razón a los términos usados y a su contexto histórico. Por ejemplo, la idea de lo promiscuo se entiende más claro cuando nos damos cuenta que para la Iglesia Católica, la sexualidad sólo puede concebirse dentro del matrimonio monogámico entre hombre y mujer; y como este acto sólo se puede realizar una sola vez en la vida –dentro de sus conceptos religiosos- entonces, todo aquel que comparta su sexualidad con más de una persona cae en el término de “promiscuo”. Y es lógico que mucha gente actualmente piense así, pues estas formas de argumentar referidas a la sexualidad están adheridas en “Occidente” desde cuando el judeo-cristianismo se originó. Por otro lado, las prácticas “promiscuas” son tan antiguas como el mismo ser humano. Lo que me parece si un tanto negativo es pensar y atribuir que la monogamia es la única conducta “buena”, “correcta “o “válida”. Esto hace que el término “promiscuidad” sirva para tachar cualquier comportamiento diferente. Lo más curioso es que los comportamientos “diferentes”, en verdad no lo son tanto, sino que, un porcentaje considerable de la población gay suele aparentar una conducta determinada, no importando tanto la conducta real, sino, la imagen que se quiere mostrar ante los demás. Esto es bastante claro cuando ponemos el ejemplo de las prácticas sexuales no heterosexuales. Estas han sido clasificadas de pecaminosas, desviadas, pervertidas, enfermizas, dañinas, tanto por la iglesia como por la medicina del siglo XIX. Hoy sabemos que estas prácticas –que algunos llaman diversidad sexual- “(…) no son mas que una vieja realidad, la de los hombres y mujeres cuyos deseos y prácticas sexuales escapan a las definiciones y controles de los sistemas sexuales que han sido y son dominantes en las sociedades occidentales.” [1]

Por otro lado, calificar algo de bueno o de malo es muy relativo, y más aún en términos o terrenos tan diversos como la sexualidad humana. Al respecto, Alfred Kinsey, se encargó de mostrar al mundo entero la compleja y riqueza que es la vida sexual de los norteamericanos en su gran encuesta, llegando a la conclusión que en cuanto a usos del sexo, no existe un patrón de comportamiento normal o anormal.[2]

Otra cosa es también lo referido líneas arriba. Mucha gente gay se jactan en decir que por este tipo de comportamientos “diversos” los héteros no nos aceptan. Yo estoy convencido que no necesito que me “acepten”. No busco una aceptación de parte de nadie. En todo caso, lo que todos pedimos es respeto, igualdad e equidad. Si hay hombres que se acuestan sólo con mujeres y son ciudadanos con todos sus derechos sin restricciones, por qué tendría que haber hombres o mujeres que se acuestan con personas de su mismo sexo sin esos mismos derechos, y más aun, por qué tendrían que ser violentados o discriminados. Eso si es reprochable.

Para terminar, me gustaría compartir y parafrasear a Pedro Almodóvar, en la entrevista que le hicieron por su film La Ley de Deseo. No es algo general pero si curiosa. El hace alusión a los deseos sexuales como parte de nuestra cotidianidad y que hay que asumirlos como tales:

“La ley del deseo es como la de la gravedad aunque la rechaces al comienzo de todas maneras esta intervendrá y tendrás que caer al piso.”

Notas y webs consultadas:

[1] Prólogo. Amores y Luchas, Bracamonte, Jorge, Editor, Programa de Estudios de Género, UNMSM Lima 2001
[2] Alfred Kinsey, Sexual Behavior in the human male. Citado por Jeffey Weeks, Sexualidad, Mexico Ed Piados -UNAM 1998
http://palacecolombia.blogspot.com/2006/08/por-el-contacto.html
http://www.jornada.unam.mx/2005/05/05/ls-promiscuidad.html